lunes, 15 de diciembre de 2014

El peor problema y sensación es cuando te reconocen que eres el problema. Ya era hora de que fuéramos sinceros. Que tu padre y hermano te digan que te quieren perder de vista, que no haces nada, eres inútil e inservible. Los escuchas quejarse de ti merodeando por la casa. "Eres la chacha. Solo vales para eso".
Vaya, lo que hace no fregar los platos un dia por estar con 38,5 de fiebre.
¿Y sabéis? Ojalá pudiera irme, pero no soy independiente económicamente por desgracia. Tampoco soy un lince en los estudios. Y estoy más solo de lo que me imaginaba.
Me encanta cuando son sinceros.
Toma ese empujón a tus ansias de huir, Jesús.


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