Podría decirte que eres un cobarde, pues lo pienso realmente. Necesitar alcohol para ser sincero es demasiado cobarde que hasta me da rabia.
A mi solo se me deja ir una vez, pues como los trenes, una vez se escapan no pasan dos veces, ni esperan por nadie. Ni mucho menos se detienen.
Ahora solo te pido que recojas tus cosas, me devuelvas las mías, me borres de toda basura social y a vivir. Que el fuego siempre me gusto mucho. Y de quemar fotos y recuerdos, yo me encargo. Después de eso, solo te pido que si nos cruzamos no saludes, no mires, pues yo no lo haré. Tu solo sonríe y sigue adelante.
Solo un día, otro ordinario día, en el cual yo me despido de otra persona que fue importante. Y yo que habría caminado cien millas por ti, seré imbécil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario