jueves, 7 de abril de 2016

Alquimista de noches oscuras.

Era una noche oscura, como ésta. Y alguien tocó a la puerta. A la que me dirigí a oscuras por el pasillo, como quien camina hasta el fin de su historia en una película de terror, pero sin el famoso "¿hay alguien ahí? ". Y ahí estabas tú, empapado por la lluvia y tu osadía, la cual disparaste desde tus labios hasta los míos. Tus ojos mandaban un mensaje en un precioso lenguaje de color azul; el cual captaron mis manos y las empujó hasta tu rostro y ese empapado pelo oscuro. No sabría decirte si cuando me abrazaste morí o hasta ese momento nunca había estado vivo. Pero si te diré, que si fuera alquimista, habría descubierto la fórmula de la felicidad.

La pena es:
 que no lo soy.
 Ni tu tampoco eres.

 Ni es una noche oscura,
 como esa. 

2 comentarios:

  1. Recuerdo una vez que abrí la puerta sabiendo quién me recibiría, cuando pensaba que estaría a cientos de kilómetros de distancia. Recuerdo también que quise responder que no a su '¿te alegras de verme?'. Recuerdo que me dejé abrazar, y tú me has hecho recordarlo.

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    1. Siento mucha nostalgia en tu comentario respecto a ese momento.
      Y aunque este momento esta sacado de mi imaginación, ojalá yo pudiera haber tenido un momento así en mi vida, por triste o doloroso que fuera. Son momentos de película, de los que quedan bien grabados.
      Muchas gracias por pasarte por aquí y hacer que mi blog este algo más vivo, es todo un placer. Un beso

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