martes, 12 de julio de 2016

Ahí estaba yo. Parado. Sorprendido. Ya no por ti, sino por mi. Quién diría que un beso dolería tanto, aunque quizá fuera el hecho de que no era para mi. Tu no me viste y ojala no vuelvas a hacerlo. Yo solo me gire, con los ojos llorosos y sonreí. Ahí te olvidé. Tampoco me quedaba otra.

"Como te atreves a volver a darle vida a lo que estaba muerto. La soledad me había tratado bien." 

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