-¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!Y un poco más tarde añadiste:-¿Sabes?… Cuando uno está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol.-¿Estabas, pues, verdaderamente triste el día de las cuarenta y tres veces?El principito no respondió.
-¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!
ResponderEliminarY un poco más tarde añadiste:
-¿Sabes?… Cuando uno está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol.
-¿Estabas, pues, verdaderamente triste el día de las cuarenta y tres veces?
El principito no respondió.