jueves, 25 de septiembre de 2025

 Alberto siempre me repite que el amor es fácil y que dentro tengo tanto amor que podría crear un río con él. Solo tengo que dejarlo fluir, soltar la presa. 

Y yo le dije que la medida de tiempo en mi vida son los días que paso hasta que nos volvemos a ver. Que no tengo miedo de ser un diente de león soplado por el aliento de sus pulmones. Ni que si tiene que llover, que llueva. Que dentro tengo un jardín que regar. 

Esa noche, en redondo, me vio llorar de felicidad solamente por una llamada de teléfono antes de dormir, de poder escuchar su voz. 

Así que ahora Alberto sabe que he abierto las compuertas, aunque ninguno de los dos sepa que paisajes nacerán en la orilla de este río. 

Lo que sí es seguro es que podría inundar el mundo.

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