¿Dónde se esconde el miedo cuando no cabe en un cajón?
Porque hay veces que mi miedo a perderte da tantas vueltas por mi cabeza que se desborda y ya no puedo guardarlo bajo llave.
Y es que tener miedo al tiempo es algo de lo que ninguno podemos escapar. Pero no lo entiendes, no hablo de futuro, aunque tengo la suerte de que el tiempo solo va en una dirección. Pero, si un día te alcanza, ¿servirá haber llorado por mí?. Porque yo siempre he tenido claro que el pasado no merece alcanzarnos. Pero, ¿y tú?
La verdad que tengo miedo más veces de las que me gustaría admitir. Solo que me doy la vuelta y si no lo miro quizás no está.
¿Volveré a perderme a mí mismo sin recordar dónde fue la última vez que me vi?
Puede que el fuego se extinga, la conversación no fluya y no deje ni siquiera un recuerdo que mirar en la galería de mi móvil.
Qué no te parezca el chico más guapo de la discoteca cuando no estoy. O que alguien brille más que la propia luna. Yo también quiero que alguien tenga miedo de perderme.
¿Y si no soy yo el que desaparece mañana y eres tú? Entraré por la puerta del despacho de Carmelo y me tocará decirle que me ayude a ordenar mi habitación mental, que los trocitos de corazón ya los puedo barrer yo solo.
Y es que he llegado a quererte tanto, que quizá, está vez sí, la gente pueda morir de amor.