Hoy he podido comprobar lo duro que es abandonar un sueño.
Que los sueños tienen valor económico, y eso, es lo triste de todo esto. Porque mil miseros euros no son capaces de pagar el sueño de mi madre.
Nadie dijo que fuera justo.
Que los sueños tienen valor económico, y eso, es lo triste de todo esto. Porque mil miseros euros no son capaces de pagar el sueño de mi madre.
Nadie dijo que fuera justo.
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