viernes, 10 de enero de 2025

Harriet tenía el don de poder volver al momento donde sonó aquella canción por primera vez junto al amor de su vida. La maldición que la atormentaba haría feliz a cualquiera. 
Llevo exactamente con la misma maldición desde hace un par de meses, no con canciones. Con fotos y palabras. Quizá por eso no he dejado de llorar y volver cada noche al igual que ella. 

Pero no podemos vivir en el pasado. Y ojalá tener una ventana para ver al futuro, para saber si me gusta. Para ver si volveré a cuando estoy escribiendo esto y pensaré: "si que dejaste de llorar, lo has hecho genial". 

Harriet dejaba irse al amor de su vida. Y yo llorando hacia lo mismo. Ambos por el mismo motivo, el bien de la otra persona y cosas que no podíamos cambiar. 


A Harriet le irá bien. 
Espero que a Jesús también. 

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