Te dije que los fuegos artificiales me gustaban porque eran bonitos, efímeros y lo más parecido a la magia que existía. Que llegaban a lo más alto y llenaban el oscuro cielo de colores.
Tu me dijiste que yo era como ellos y que debía demostrarle a todos cuanto valía.
No recuerdo haber sido tan brillante.
Tu me dijiste que yo era como ellos y que debía demostrarle a todos cuanto valía.
No recuerdo haber sido tan brillante.
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