Aún recuerdo cuando me rompiste el corazón, cada vez que miro al cielo durante el día.
Porque cada rayo de sol me sale por las grietas.
Y supongo que eso hace el mundo un poco más luminoso, más cálido, cada vez que hablo de lo que dolió y alguien me pone una tirita.
Hay que hablar de lo que duele, para que no nos lleve.
Porque cada rayo de sol me sale por las grietas.
Y supongo que eso hace el mundo un poco más luminoso, más cálido, cada vez que hablo de lo que dolió y alguien me pone una tirita.
Hay que hablar de lo que duele, para que no nos lleve.
Aún recuerdo cuando me rompiste el corazón, cada vez que miro el atardecer.
Y es que, por alguna estúpida reacción química, me han crecido alas.
Y no paran de llevarme de un sitio a otro.
Y eso me ha hecho conocer gente maravillosa.
Conocerme a mí.
Aún recuerdo cuando me rompiste el corazón, cada vez que miro el cielo estrellado.
Porque dicen que la luz que vemos proviene del pasado.
Como tú.
Y es tan bonita, que a veces me cuesta dejar de mirar.
Llamamos nostalgia a las cosas que mereció la pena haber vivido.
Llamamos nostalgia a las cosas que mereció la pena haber vivido.
Aún recuerdo cuando me rompiste el corazón, cada vez que miro el amanecer.
Porque echar de menos algo no significa que lo quiera de vuelta.
Ahora vivo mi vida como si fuera una película: música, baile, risa, abrazos… y acción.
"Que me rueden, que lo necesitan."
No hay comentarios:
Publicar un comentario